PROMESA MORTAL
Te recuerdo caminando con al sol a cuestas aquel día, tu figura radiante se asomaba por las hojas, aquel olor de cedro se impregnaba en la piel, una piel que ahora era tuya, un corazón dispuesto a querer.
Las horas pasaban de prisa mientras tu mano sentía, en un letargo llagamos a la cabaña escondída, en medio del bosque encantado, a un costado de la campiña, cuanto mas avanzaba el fuego, más pasión asesina, una pasión intensa, caricias y besos seguían, palabras de amor entonaban lúgubres melodías, jadeantes respiraciones nos regalaban vida, un juego de cielo e infierno poco a poco nos consumía.
Al llegar la obscuridad, aquella llama crecía, afuera en el bosque eterno, una creatura veía como jugábamos juntos, como entonábamos siempre la mejor sinfonía, llegando al mismo tiempo a vivir una elegía. Y al llegar el medio día fue que sufrí tu partida, una mañana de otoño fue que te perdí mi vida, como un ángel te alejaste, cuando mis labios sellaste con la promesa proferida...
"Amada mía, hoy te amo pero me espera la vida, el destino, el infortunio, y quizá otro amor reciba aquellos besos de amor con los que te complacida, ahora parto muy lejos, donde no alcanza el día, donde las aves no cantan, pues no hay quien las inspira, donde los árboles llenan el paraje de tristezas, pues todos mueren lento porque poco a poco se secan, pero algún día yo espero, ver en tu rostro la riqueza, la felicidad del bosque y en tu mirada pureza, por todo eso y por mas espérame amada mía..."
Aquella promesa de que un día el buen mozo llegaría, fue lo que me mantenía, pero lo que no sabia es que aquella creatura entendía, que ahora estaba sola, triste en mis lozanías, en un bosque encantado con hadas y duendes jugando por todos lados, con almendros y riachuelos, con un bello manzano, mi alma seguía añorando que aquel mozo viniera y su promesa cumpliera.
La creatura nocturna otros planes me tenia, cada luna me espiaba, detrás de la ventana me veía, y al amanecer siguiente una rosa en la puerta para recibir el día. Al llegar el invierno, la creatura a mi lado se quedó, y aunque era un demonio tenía un buen corazón, pareciera muy malvado aunque yo descubrí que no.
Pero una noche la pasión lo cegó, los sentimientos fluían, deseos de carne tenía, sus garras corrompieron lo que a su paso se ponía, anuncio su llegada con un aullar profundo, sus garras ensangrentadas me dejaron helada, y reconocí entonces a mi amor tan esperado, era la muerte quien su promesa cumplía. Porque en la noche encendida, donde la pasión fluía, no era el amor errante, era la bestia hiriente, y transformada de mozo se me presento la muerte.......
Vesania Nocturm
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