Realidades desconcertantes…

Realidades se entremezclan ante nuestros ojos como hilos de araña, forman mundos concebidos según el pensamiento en turno, los sentidos alimentan la mente que capta lo que nos rodea y solo nos enfocamos en una breve parte del todo, pero si nosotros fuéramos creadores del todo, entonces ¿Qué es lo que captamos?, ¿Qué es lo que decodificamos en nuestras mentes?, ¿Con qué finalidad hurgamos en las esferas del día a día en que queremos desarrollarnos y existir?

Nuestra mente es capaz de acercarnos a la divinidad en la medida en que creamos, podemos manifestar nuestro pensar de distintas formas, lenguaje… Pero, acaso ¿El lenguaje delimita nuestra divinidad? Nosotros somos los creadores del lenguaje y por tanto éste es ilimitado dependiente solo de las extensiones que le vayamos haciendo según nuestras necesidades.

Las manifestaciones humanas muestran nuestra naturaleza extrema, variaciones de las posibilidades tomadas por alguien y transformadas, trabajadas para el resto de nosotros quienes las miramos como quien mira un mundo nuevo, así es el mundo de las ideas, el mundo disperso, basto e infinito que tenemos en nuestras mentes. A veces nos atrevemos a desnudar al mundo entero, con palabras, gestos, sonidos, hasta con el mismo silencio que producimos en el letargo pensar… y cuando todo esta en relativa calma nosotros continuamos recreándonos infinitamente en la realidad que concebimos, en aquel mundo onírico en el cual nos desprendemos en infinitas posibilidades sobre una preconcepción de que en los sueños todo puede suceder y por tanto no hay aparentes barreras para nuestra creatividad.

Y ¿Sólo en el mundo onírico podemos volar sobre nosotros mismos? Hay quienes afirman que en nuestra realidad, aun sin saber como es ésta, solo hay axiomas, teorías, ciencia, dogmas un largo e inexorable orden para el cual estamos diseñados y al cual debemos respetar, por tanto el intentar volar sobre nosotros mismos en un sistema preestablecido nos hace blanco de críticas, responsabilidades, envidia, coerción, panoramas diseñados para quienes no queremos permanecer por completo en su el supuesto orden, y hay quienes penetran hasta la conciencia misma para dictaminar lo que es bueno y malo, la condena eterna y la salvación. Finalmente la decisión es propia, y cada quien es el constructor de su propio mundo y de su propia realidad, de la manera de ser y enfrentar lo que nos rodea pero sobre todo, y aun mas difícil, de mirar dentro y quizá conocerse.

Vesania Nocturm